Tijuana.- Población adicta que habita la canalización del Río Tijuana ha atacado con jeringas a encuestadores del gobierno municipal que pretende censarla, advirtió la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez.
Esa es una de las dificultades del Ayuntamiento para concretar el censo de habitantes en esa zona, que pretende para avanzar en la solución a la problemática de inseguridad y adicciones en ella.
“Este censo lleva su tiempo, porque también lleva su riesgo”, planteó Caballero Ramírez durante la sección “Pregúntale” del videopodcast Tijuana Transparente.
Este miércoles, la alcaldesa encabezó el espacio en el que también participó Luz Vianey Robles Hernández, directora del Instituto Municipal contra las Adicciones.
“Nosotros estamos yendo a censarlos, pero hay gente que tiene algunas enfermedades mentales y atacan a nuestros encuestadores o las mismas personas que están con las adicciones atacan a nuestros encuestadores con sus mismas jeringas, así que es una labor delicada y ya estamos tomando acciones para ver qué es lo que vamos a hacer”, mencionó Caballero Ramírez.
Recordó que hacen el censo en conjunto con el Estado a iniciativa del municipio.
La presidenta municipal reiteró que la intención es saber cuántas personas hay en canalización, cuántas tienen adicción, cuántas no, cuántas quieren rehabilitarse o regresar al lugar de origen.
“Ahí tenemos dos vertientes en la cuestión de adicciones específicamente del bordo. Tenemos personas que están en cuestiones de adicciones que no desean rehabilitarse y otros grupos que sí”, aclaró.
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La semana pasada, Caballero Ramírez expuso que dos censos distintos arrojaron uno mil 500 y otro 2 mil habitantes en el lugar, lo que está relacionado con la constante movilidad de esa población y de ahí la importancia de hacer un padrón definitivo en colaboración del Gobierno del Estado.
“No es una cuestión sólo del municipio, del Estado o Cotrrsa, también los ciudadanos debemos estar involucrados para saber qué tipo de drogas existen, cómo prevenir y también nosotros ir luchando contra el crimen organizado, pero de esta manera, de esta manera pacífica y ayudando a que nuestros jóvenes, sobre todo nuestros jóvenes no caigan en las garras del crimen organizado, ya sea para trabajar, vendiendo como sicarios o para comprar las sustancias”, observó.
La añeja problemática de la comunidad, principalmente usuaria de drogas, asentada en la canalización del Río Tijuana, volvió a tomar relevancia tras el homicidio del adolescente Kevin Yael, de 14 años, ocurrido en el sitio en septiembre pasado.
El 6 de septiembre, su cuerpo, en estado de descomposición, fue hallado en la compuerta 16 tras desaparecer el 2 de septiembre, mientras atravesaba el puente peatonal que conduce a la colonia Mineral de Santa Fe.
Más recientemente, la mañana del 27 de septiembre la canalización del Río Tijuana fue sede de un doble homicidio, a la altura de Plaza Río. Al menos uno de los responsables huyó rumbo al centro comercial.
Días antes, el 14 de septiembre fue asesinado otro hombre de 40 años a la altura de la Vía Rápida Alamar, también sobre el canal.
De acuerdo al colectivo “Todos somos Erick Carillo”, en jornadas de búsqueda desde 2019 a la fecha, han sido localizados ahí por lo menos 40 cadáveres.
